lunes, 7 de marzo de 2016

OBSOLESCENCIA PROGRAMADA

Según Wikipedia, "OBSOLESCENCIA PROGRAMADA" es la determinación o programación del fin de la vida útil de un producto, de modo que, tras un período de tiempo calculado de antemano por el fabricante o por la empresa durante la fase de diseño de dicho producto, este se torne obsoleto, no funcional, inútil o inservible. Parece ser que a principios de la década de los 20 en Estados Unidos, y ante la masiva industrialización los fabricantes de bombillas eléctricas se plantearon que, una vez electrificado todo el país se quedarían sin mercado. En 1911 una bombilla eléctrica se certificaba para una duración de más de 2.500 horas y 100 años después, antes de la embestida de la iluminación LED, era de menos de la mitad. En 1928 una revista de publicidad indicaba en un artículo que " un artículo que no se estropea es una tragedia para los negocios"
Es famosa la bombilla instalada en 1901 en un cuartel de bomberos de Livermore en California que lleva encendida durante la 24 horas del día desde su instalación y que solo estuvo apagada durante media hora cuando fué trasladado el cuartel de bomberos, aunque hoy ilumine con apenas 4 W de potencia. Hoy la bombilla tiene una webcam dedicada, una página web e incluso una página en Facebook.
Después de ser investigada la famosa bombilla fabricada a mano por Shelby Electrical Company tiene un filamento de carbono ocho veces más grueso que los que se fabrican en la actualidad y que su interior está al vacío, a diferencia de las actuales que se rellenan con un gas noble. El filamento de carbono es semiconductor, por lo que, al calentarse se vuelve más conductor y los filamentos posteriores, de wolframio ya eran conductores. Hay que reseñar que, a principios del Siglo XX, las compañías eléctricas se ocupaban de, además del suministro de energía, dotar de instalaciones y complementos para fomentar el consumo eléctrico. Por lo tanto, las instalaciones y los productos habían de ser duraderos para que el suministro (servicio) fuera rentable.
La obsolescencia programada es una realidad no reconocida especialmente en el mundo electrónico y eléctrico. Hay que vender y en mercados maduros no hay otra forma que la continua sustitución. Yo mismo tuve una lavadora marca Zanussi que, tras 26 años, con la chapa corroída y funcionando con un ruido que parecía la carga de la brigada ligera, fue sustituida, a mi pesar, por cuestiones de eficacia energética. La nueva, alemana, clasificación energética clase A y con programas que, menos planchar, hacían de todo se estropeó a los 4 años justos de estar en casa. La "placa madre", auténtico celebro del armatoste, había fenecido. Su sustitución con la consabida mano de obra equivalía a un 65% del coste del equipo original. Solución...pagar 50 € al técnico por el desplazamiento y el diagnóstico y comprar otra con menos sofisticaciones ahorrando dinero respecto a la reparación presupuestada de la "maravilla" germana. Total, si te ha de durar 4 años...
Y no hablemos del mundo informático y de los teléfonos móviles, aquí no hay que programar ninguna obsolescencia. El "software" avanza a tal velocidad que provoca la sustitución continua del "hardware". ¿Cuantos ordenadores con un funcionamiento correcto hemos tirado o llevado al "punto verde" en nuestra vida?. ¿Cuantos televisores de tubo catódico en pleno funcionamiento han sido sustituidos por pantalla de plasma o de LED, que ahora son sustituidos por televisores de pantalla curva o "Smartv"? Recientemente la App "WhatsApp" ha anunciado que en varios modelos y marcas de teléfonos móviles, entre ellos las, muy usadas en empresas, Blackberry, serán incompatibles con dicha App  . Con 1000 millones de usuarios, provocarán un cambio de marca masivo a los usuarios de esos modelos o marcas.
Donde la obsolescencia programada tiene su "nicho de mercado" es en el mercado de consumo, que es el que más dinero mueve. En el mercado industrial su efecto es mucho menor. La maquinaria solo se sustituye para aumentar la productividad y, la mayoría de las veces, la maquinaria antigua acaba en el mercado de segunda mano.
CONSECUENCIAS
La peor consecuencia no es que los usuarios debamos rascarnos el bolsillo continuamente. Hay componentes en aquellos equipos de los que nos deshacemos que se reciclan pero la mayor parte de los componentes ni se reciclan ni son biodegradables. Estamos, entre todos y especialmente en Europa y Estados Unidos, creando enormes basureros "tecnológicos" (Tiramos 50 millones de toneladas al año de este tipo de basura). ¿Donde? Hoy en África, especialmente en Ghana y en Nigeria. En Agbogloshie, un barrio de Accra en Ghana está el mayor vertedero electrónico del mundo. Son vertidos no inertes a pesar de lo que muchos puedan pensar, pues hay grandes cantidades de plomo, cadmio, ftalatos DEMP y DBP y dioxinas cloradas. Dado que en Ghana no hay una  gran legislación sobre gestión de residuos, si es que la hay, muchos niños manipulan estos restos para buscar cobre y otros metales encendiendo fogatas al aire libre y produciendo grandes humaredas cargadas de gases tóxicos



Estados Unidos permite la exportación de residuos de este tipo. La Agencia de Medio Ambiente de la UE no, pero no importa, los residuos viajan en contenedores con el epígrafe de "Objetos de 2ª mano" ya que eso si es legal.
Para saber más sobre el tema de la Obsolescencia Programada recomiendo el magnífico documental "COMPRAR, TIRAR, COMPRAR". Adjunto el link
http://www.rtve.es/alacarta/videos/el-documental-comprar-tirar-comprar/1382261
Hay iniciativas que pretenden luchar contra la obsolescencia programada como el sello ISSOP. Esperemos que tengan éxito.
http:hipertextual.com/2016/03/issop-obsolescencia-programada

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